Los bordados del manto procesional que sacó la Santísima Virgen hasta 1992, fueron restaurados y pasados a la saya de salida, en la que aparece el cardo central y las mejores piezas, y al manto morado, en el cual se utilizó el resto de los elementos.
El diseño original de los varales del palio es de Cayetano González, por encargo de D. Millán Delgado, que fue quien lo costeó. En el diseño primitivo aparecían unos originales guardabrisas en las bases que se suprimieron porque dificultaban la colocación de jarras y faroles.
Según la leyenda, un devoto le robó el corazón de plata de la Santísima Virgen con la promesa de devolvérselo en oro si hacía fortuna en América. Parece que así fue, como reza en el fijador del corazón: “oro de Veragua, hecho a debosion de D. Pedro Ortiz”.
El primer techo de palio que conocemos tenía una gloria o centro pintado con motivos pasionistas, que aún se conserva. También se conservan la paloma y las estrellas de plata que formaban el centro del palio que tuvo posteriormente.
Las manos actuales de la Santísima Virgen fueron talladas por Antonio Eslava y fue un regalo de sus camareras, pues las que tuvo tras las manos entrelazadas , probablemente obra de Cerquera no eran de gran calidad ni del agrado de los Hermanos.