Después de haber vivido intensamente este Viernes Santo atípico, y sin embargo  espléndido,  quisiera hacer llegar a todos vosotros, hermanos y devotos de Nuestros Sagrados Titulares, mi más sincero y emocionado  agradecimiento.

Es el segundo año consecutivo en el que Nuestras  Veneradas Imágenes no salen en procesión por causa de esta pandemia que nos está sacudiendo con dureza y que, pese al tiempo transcurrido desde su inicio, no logramos superar. Cierto es que hemos vivido un Viernes Santo lleno de restricciones impuestas por las circunstancias sanitarias,  pero,  a diferencia del pasado año, en este sí que hemos podido contemplar y venerar a  Jesús Nazareno y al Santísimo Cristo Yacente, y a Su Bendita Madre , la Santísima Virgen de los Dolores, y  mostrarles la fe que le profesamos.

La respuesta del pueblo  ha sido extraordinaria.  Sería difícil describir con  palabras el cúmulo de emociones y sentimientos contenidos que reflejaban los rostros de tantas y tantas personas, a las que no les importó guardar una larga cola para poder  acceder al templo y poder contemplar  a Nuestras Sagradas Imágenes, colocadas y ataviadas especialmente para la ocasión. Ha sido una prueba de amor y de auténtica  devoción hacia  Ellos, que casi nos ha hecho olvidar las duras circunstancias por las que estamos pasando.

Desde aquí quiero mostrar nuestro más sincero y emocionado agradecimiento a todos:  a la comunidad parroquial,  a las autoridades municipales,   a las hermandades,  a las asociaciones,  a las cuadrillas de costaleros, a las bandas, a los coros de la Hermandad, a los hermanos y devotos…,  en definitiva a todos los que nos habéis acompañado en este Viernes Santo tan especial, por ese enorme gesto de sensibilidad,  de amabilidad y de  generosidad que habéis tenido con  esta gran familia que es para todos nosotros  la Hermandad de la Soledad de Olivares.

Con el convencimiento de que pronto volveremos a la normalidad, y con el  deseo de que el próximo año podamos vivir una Semana Santa plena, me despido de todos vosotros con un fraternal abrazo , confiando en que la protección de Nuestras Veneradas Imágenes nos asista  en estos duros momentos que nos ha tocado vivir.

El Hermano Mayor
Gabriel Ibáñez Ortiz