Después de  casi cincuenta años, la imagen del Niño Perdido saldrá de nuevo en la procesión del Corpus Christi.  La Hermandad, con el consentimiento y beneplácito del Sr. Cura Párroco, saldrá a partir de este año encabezando el cortejo delante del paso del Niño Perdido.  Para ello había que  montar un nuevo paso acorde con la categoría artística de la imagen -una talla  anónima  del siglo XVIII del círculo de Benito Hita del Castillo (1714-1784)- y con las peculiaridades iconográficas de la escena que se representa, llena de simbolismo para nuestra Hermandad, por tratarse del tercero  de los siete dolores de la Santísima Virgen.

La Hermandad contaba con dos magníficas columnas salomónicas antiguas, de la misma época que la imagen, donadas hace tiempo por los familiares de don Telesforo Díaz. Sobre dichas columnas había que colocar un medio punto figurando uno de los arcos del Templo de Jerusalén, donde se produjo la escena evangélica narrada en Lucas 2:49: “Entonces él les dice: ¿Qué sucede? ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios que son de mi Padre me conviene estar?”. El arco ha sido realizado en madera  y dorado por nuestro hermano don Alfonso Domínguez Román, y pintado posteriormente al óleo para igualar a las columnas. Bajo la clave del arco se  colocó una paloma de plata, procedente de un antiguo techo de palio,  para representar al Espíritu Santo. La imagen del Niño va sobre la peana exenta del retablo de Jesús Nazareno. El conjunto irá iluminado por cuatro candelabros de guardabrisas y exornado por cuatro jarras de flores.

Todo  ello montado sobre el antiguo paso de la custodia, cedido por la parroquia, que ha sido reformado y reforzado. También se han realizado unos faldones nuevos para el paso, con respiraderos en los que figura una filacteria con la leyenda en latín del pasaje evangélico representado: ET AIT AD ILLOS QVID EST QVOD ME QVAEREBATIS NESCIEBATIS QVIA IN HIS QUAE PATRIS MEI SVNT OPORTET ME ESSE.