ROGELIO BARRERA «EL RUISEÑOR DE HUEVAR»

ROGELIO BARRERA «EL RUISEÑOR DE HUEVAR»

El Aljarafe sevillano ha sido cuna de innumerables cantaores y saeteros que han destacado notablemente en nuestra Semana Santa.

Olivares es una villa con raíces flamencas. Numerosos son los cantaores que han nacido aquí desde principios de siglo. Esta tradición flamenca no ha pasado desapercibida en nuestra Semana Santa. Desde tiempos añejos han desfilado por nuestra villa grandes cantaores del mundo del Flamenco entre los que podemos destacar a «Luís Rueda», «Manolo Sevilla», “Rogelio Barrera”,»Patro Soto», «Naranjito de Triana», “Niño Aguadulce», “Kiki de Castilblanco», «Diana Navarro»…

Sin duda uno de los cantaores más recordado en Olivares fue Rogelio el de Huevar.

0148Rogelio Barrera Bernal nació en la villa de Huevar a las doce horas del día quince de abril de mil novecientos once.

De profesión Guarda Jurado Rural y desde muy niño gran aficionado al Mundo del Flamenco. Conoció a los grandes maestros de la época y siempre estuvo rodeado de grandes cantaores. Tenía la voz clara y limpia, lo que favorecía para la interpretación de ciertos palos del flamenco. Estas notables facultades hacen que en el cante por saeta se le llegue a denominar “El Ruiseñor de Huevar”. Estuvo cantando saetas más de 50 años como profesional y consiguió innumerables premios.

En la década de los 70 fue ganador del I Premio del Concurso de Saetas organizado por la Emisora Radio Sevilla haciéndole entrega del premio el popular locutor Manolo Serrano. En Málaga consiguió ser Saetero de Oro.

En Madrid siendo Guarda Jurado de la Cámara Agraria cantó en la Casa de Campo para algunos ministros de Franco, su mujer Carmen Polo, el Cardenal Bueno Monreal y diversas personalidades.

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Pero donde más huella dejó fue en el Aljarafe sevillano cantando junto asu hija Gertrudis saetas a dúo durante la Semana Santa, emocionando a todos los que miraban embelesados a sus titulares.

Muchos aficionados de Olivares aún lo recuerdan cuando cada Viernes Santo cantaba desde el balcón a Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores.

0152Julián Fraile, Hermano Mayor durante la década de los 70, nos cuenta:

FG. – ¿Julián fue usted quién trajo a Rogelio a Olivares?
JF. – Sí claro, parece que lo estoy viendo.
FG. – ¿Qué recuerdas de Rogelio?
JF. – Yo te voy a decir una anécdota muy buena. Rogelio vino un Viernes Santo con su hija, a cantar los dos. Cantó la hija y él cuando fue a empezar a cantar ni podía. Cuando terminamos nos fuimos a la Casa de Hermandad para pagarles. Yo le pague a la hija y cuando fui a pagarle a él me dijo que no tenía que pagarle nada, que él no había cantado. Entonces yo le dije, tú no has cantado porque no has podido, no porque no has querido. Tú has venido y yo te voy a pagar.
FG. – ¿Qué pasó después?
JF. – Al cabo de un tiempo se presentó con su hija en la Casa de la Hermandad y nos dijo que venia a hacernos una visita. Quiso agradecernos el detalle que habíamos tenido con él. Le dije yo a su hija, ¡si tu hubieras escuchado a tu padre cuando vendía chucherías cantando en el tren que pasaba por Huevar hacia Sevilla! Y me dice la hija, pues achúchalo que tiene ganas de cantar. Nos llevamos hasta las tres de la mañana escuchándolos cantar. Cantó todas las clases de cantes. Algunos yo no los había escuchado nunca.

Rogelio Barrera estuvo cantando profesionalmente hasta 1988 y falleció el 31 de julio de 1990 cuando tenía 79 años de edad.

0153Se le ha rendido muchos homenajes participando en ellos figuras del cante flamenco. El pueblo vecino de Albaida del Aljarafe le rindió un homenaje por sus más de 50 años de trayectoria y entrega en la Semana Santa.

La Hermandad de la Soledad de Olivares le rinde este homenaje permitiendo así que su biografía sea conocida por todos aquellos que le conocieron, le escucharon y por los que de alguna manera tienen la curiosidad de saber sobre uno de los cantaores de saetas más grandes y recordados de todos los tiempos en nuestra Semana Santa.

Un agradecimiento especial a su familia, a su hija Gertrudis y a su nieta Magdalena que sin su aportación este reconocimiento no hubiera sido posible.

Fernando García