En 2003 la Hermandad recuperó para el culto una imagen de Cristo Yacente que se encontraba dentro de una urna en la cripta del antiguo templo colegial, junto al panteón donde yacen los restos de los dos primeros condes de Olivares y sus familias. Precisamente fue la circunstancia de conmemorarse en ese año el quinto centenario del nacimiento de don Pedro de Guzmán, primer conde y fundador de esta casa nobiliaria, y la creencia en que esta imagen del Señor había pertenecido a su familia, lo que determinó que se decidiera incorporar un nuevo paso con su efigie a la procesión penitencial del Viernes Santo. Sin embargo la iniciativa de restaurar y volver a dar culto al Cristo Yacente había partido tres años antes del grupo de jóvenes de la Hermandad, conocedores como eran de la tradición histórica que afirmaba que antiguamente ya se había venerado esta imagen por los cofrades de la Hermandad de la Soledad de Olivares; por ello, y dado el evidente deterioro que presentaba la misma, la junta de gobierno de entonces se puso en contacto con el catedrático de Bellas Artes en la facultad de Sevilla don Francisco Arquillo Torres, quien tras un primer reconocimiento certificó el interés histórico-artístico de la imagen (todo indica que la imagen puede datarse en el siglo XV) tras lo cual en octubre del año 2000 comenzó un proceso de restauración que fue llevado a cabo bajo su dirección en los talleres de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Hispalense, y que se prolongó hasta los primeros meses del 2003.
Pasada la Semana Santa, el Stmo. Cristo Yacente quedó situado definitivamente en el trascoro, bajo el retablo de Nuestra Sra. De las Carboneras, en un altar diseñado especialmente para contener la urna y servir de mesa de altar.
El 13 de marzo de 2022 tuvo lugar el hermanamiento entre nuestra Hermandad y la Asociación Filarmónica Cultural Santa María de Las Nieves de Olivares. La relación entre nuestra Hermandad y la Asociación Filarmónica Cultural Las Nieves comienza desde la propia fundación de la banda. Salvo en contadísimas ocasiones y por circunstancias ajenas a ambas corporaciones, la banda de las Nieves ha acompañado siempre al paso de palio de la Santísima Virgen de los Dolores. Tanto la Hermandad como la banda han pasado momentos difíciles en su devenir histórico, momentos duros, que les han servido para superarse y llegar a convertirse en lo que hoy son, todo un referente de seriedad, de calidad y de excelencia en la provincia y fuera de ella. Fruto de esta senda recorrida en común durante tantos años y la relación especial entre la Hermandad y la Banda de Las Nieves se solicitó y obtuvo el Hermanamiento de nuestras dos asociaciones.
El 13 de febrero de 2023 se presentó el nuevo techo de palio para el paso de Nuestra Señora de los Dolores poniendo fin a un proyecto que se inició en 2012 con el estreno de las bambalinas. El nuevo techo de palio parte de un boceto que presentó Becerra la década pasada y que se ha ido perfeccionando hasta su configuración actual. Uno de los rasgos que lo identifican es la base de su diseño: se asemeja en su estructura a un artesonado, cuyas divisiones se corresponden con las que marcan la separación de los varales y las bambalinas. La gloria del centro aparece rodeada de casetones en los que figuran motivos florales, puesto que con esta pieza se quiere transmitir la idea de que se trata de un techo de flores que cobija a la Flor de las flores.
Especial mención requiere la gloria, presidida por la Virgen del Álamo, antigua patrona de Olivares. Esta imagen aparece sobre un gran álamo, cuyas hojas llenan todo el espacio y que parte de un paisaje propio del Aljarafe sevillano: con campos de olivos, un venero de agua, lirios y flores silvestres. Dada la complejidad en su realización, fue lo primero que se bordó en noviembre de 2019. Los rostros de la Virgen del Álamo y del Niño son de marfil, tallados por el imaginero miniaturista Carlos Valle. Las coronas y el cetro han sido cincelados en plata de ley en los talleres de Villarreal.